El Tiempo del Sueño es un espacio sin tiempo y un tiempo sin espacio, un ente flotante e infinito: lo más libre y etéreo que puedas imaginar...

sábado, 1 de septiembre de 2018

El viento del mar

                                                                                                                                           El viento del mar
no es del mar.

En cambio, 
la mar,
                                                                                                                           se ofrece desnuda al viento
dejando vibrar
 hasta el mas ínfimo
átomo de su cuerpo.

                                                                                                          No sabrá nunca el viento de su poder,
ni quiere;

le basta con seguir acariciando
la inmensidad del mar,
                                                                                                                                    atrapada eternamente
por la gravedad.


...


lunes, 18 de diciembre de 2017

Caída libre

Y, de nuevo, el frío… Y  entonces, qué haces,  ¿entras o sales?, ¿te quedas o te vas?, ¿cerca o lejos? 

Aún quedan luces en la casa, pero es que... ese inmenso azul, esa profundidad latente de ahí fuera, me empuja al vacío.

..
.



martes, 2 de mayo de 2017

Reflexión del desierto



- En el desierto debes correr. Si no, te hundes y te quemas los pies.

- ¿Y cómo sé que estoy en el desierto?

- Pues andando y sintiendo cómo te hundes y te quemas los pies...

Bioma eterno

La vida desnuda
aparta mis deudas existenciales
con la belleza inútil.
La huida asoma
entre la ausencia de los días,
se vuelve protagonista
aquello que se rebela
a la uniformidad.
La forma establecida
dibuja la noche
lejos de la transformación
inevitable:
Siempre hay un reverso que no ves
y un posible que imaginar;
a infinitos ritmos,
 el universo sigue mutando...

martes, 24 de enero de 2017

Mundos artificiales

Érase una vez un mundo en el que unos podían pagar para absorber el tiempo vital de otros. Alguien decidía inventarse un mundo material propio dentro de aquel precioso mundo dado para todos, destruyendo parte de aquel vergel común a su antojo para convertirlo en un trozo de su propiedad.

Para poder construir esos mundos artificiales en el menor tiempo posible y convencer al resto para que acudiesen a ellos, pagaban por los actos, la disponibilidad y la responsabilidad de otros, reduciendo su tiempo libre de disfrute en ese maravilloso mundo colectivo y natural.

Lo más macabro de la historia de este mundo y el comportamiento de sus seres, es que los que se inventaban mundos y pagaban por el tiempo de otros, lo hacían con trozos de mundo común destruido 

¿Os lo podéis creer? ¡Esclavos pagados con su propia piel! Vaya mundo loco... Menos mal que por aquí estamos un poco más cuerdos.




miércoles, 14 de diciembre de 2016

La Ventana en el Ojo


Pocos me creeréis, pero es muy cierto que el día antes de que mi padre bajara sus párpados cansados de ver para siempre, descubrí en sus ojos una ventana al abismo; un rectángulo brillante en mutación de profundidad incalculable con invitación al olvido, la extinción de una mirada y un alma proclamada a brillos.

No hubo ninguna explosión estelar fiel a mis ojos, pero puedo afirmar y afirmo que vi el comienzo y el fin de los días en el ojo derecho de mi padre aquél día anterior al 14 de octubre de 2016.



jueves, 9 de junio de 2016

Encontrar


Las personas crean lugares y los lugares conectan personas




~



- ¿Qué ves?
- No puedo respirar…
- Te pregunto qué ves, niña, no si puedes respirar.
- ¡No puedo ver si no puedo respirar!
- Respira, tranquila, respira…
- No veo nada.
- Ahora puedes ver lo que tú quieras ver.
- Lo que quiero ver, no parece estar aquí.
- Pues imagínalo. Para eso viniste aquí, para imaginar y llevarlo a la realidad.
- Aquí todo está en calma, no hay nada… ¿Dónde están los demás?
- ¿Qué demás? Por ese camino vas a encontrar poco, chica. Aquí cada uno está en su lugar. Si para ti son los "demás", es muy difícil que os crucéis.
- Y entonces, ¿cómo voy a llevar lo que quiero a la realidad?


Las telas que le cubren ondean las aguas… los reflejos blancos y luminosos del movimiento invaden a la oscuridad. Eso me despista. No puedo pensar en nada, no puedo ver nada, sólo una zona de mayor oscuridad a una incierta distancia lejana, cuyo destino –intuyo-, me lleva a otro lugar. Posiblemente allí estén los demás...